Aranceles del 50% al acero y aluminio de Trump: casas, autos y otras cosas serán más caras
Los nuevos aranceles del 50% de Trump al acero y aluminio encarecerán viviendas, autos, electrodomésticos y más productos de uso diario en EE.UU.
Desde un simple clavo será más caro con los nuevos aranceles del 50% de Trump al acero y el aluminio. Crédito: Shutterstock
Los aranceles del 50% al acero y aluminio impuestos por el presidente Donald Trump ya están en vigor, y los expertos advierten que afectarán directamente el precio de productos esenciales como viviendas, automóviles, electrodomésticos y alimentos enlatados.
Esta nueva medida, que duplicó los aranceles del 25% aplicados en febrero, fue anunciada el 30 de mayo durante la visita de Trump a una planta de acero en Pittsburgh. Argumentando razones de seguridad nacional, la istración busca reducir la dependencia de Estados Unidos de las importaciones metálicas, especialmente de países como Canadá, su principal proveedor extranjero.
Sin embargo, el impacto económico puede sentirse de forma directa en el bolsillo de los consumidores.
“Eso perjudicará a las personas que trabajan en esas industrias y pondrá sus empleos bajo presión”, señaló Wayne Winegarden, investigador del Pacific Research Institute, a CBS News. “También ejercerá presión sobre los consumidores, porque esos precios van a aumentar”.
Más costoso comprar un auto
La industria automotriz será una de las más afectadas. El acero representa aproximadamente el 60% del peso total de un vehículo. Según Dean Baker, economista del Center for Economic and Policy Research, cada automóvil incluye cerca de $800 dólares en acero. Con el nuevo arancel, el costo de fabricación podría aumentar entre $400 y 3,000 dólares, dependiendo del modelo, según el analista Jay Cushing.
Las casas también se encarecen
Los efectos de los aranceles llegarán a las casas estadounidenses. Desde clavos y tornillos hasta electrodomésticos, muchos productos esenciales utilizan acero o aluminio en su fabricación. Según Realtor.com, una caja de clavos para techos podría pasar de $65 a 325 dólares. Esto agrava la situación del mercado inmobiliario, ya presionado por precios elevados y escasez de inventario.
“Duplicar los aranceles al acero y aluminio tendrá un impacto negativo en la asequibilidad de la vivienda”, advirtió Buddy Hughes, presidente de la Asociación Nacional de Constructores de Vivienda .
El precio de los alimentos también subirá
Las latas de sopa, frijoles o vegetales, que suelen representar una opción económica para los hogares, podrían experimentar un leve incremento. Aunque el aumento por lata puede ser de solo unos centavos, este efecto acumulativo afectará a millones de familias.
“Si compras una lata de sopa de $2 dólares, quizás suba uno o dos centavos”, estimó Baker.
Además, el equipo de procesamiento alimentario fabricado con metales también encarecerá productos como galletas y cereales.
Más caro practicar deportes o tomar refrescos
Los artículos deportivos hechos con aluminio, como bates o raquetas, ya están mostrando incrementos. Algunos bates de gama alta superan los $400 dólares.
“Si seguimos aumentando los costos del equipo, los hogares de menores ingresos seguirán quedando al margen”, afirmó Todd Smith, presidente de la Sports & Fitness Industry Association.
Las bebidas enlatadas, como cerveza y refrescos, también subirán de precio. El CEO de Coca-Cola, James Quincey, comentó en febrero que si el aluminio se encarece, la compañía podría priorizar las botellas plásticas. Coca-Cola importa aluminio, principalmente de Canadá.
Artículos pequeños, gran afectación
Desde grapas y sujetapapeles hasta cortadoras de césped, la subida de precios abarcará tanto productos grandes como pequeños.
“Puede ir desde lo grandioso, como una lavadora o un auto, hasta lo trivial, como una grapa o un clip”, comentó Winegarden. Incluso estimó que una podadora de césped de $250 dólares podría pasar a costar $255 dólares.
Aunque algunos negocios podrían absorber parte de estos incrementos, muchos terminarán trasladando el alza directamente a los consumidores. Tal como ocurrió en 2018 con los aranceles previos, estos aumentos se reflejarán en los estantes y etiquetas de todo el país.
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