Infarto cerebral bajo control: el poder preventivo de la dieta mediterránea
Seguir una dieta mediterránea puede reducir hasta en 39% el riesgo de infarto cerebral. Una forma deliciosa y respaldada por la ciencia de cuidar tu salud
Pescado, verduras, aceite de oliva y frutos secos: pilares de una alimentación que protege tu cerebro. Crédito: Shutterstock
Diversas investigaciones han demostrado el efecto protector de la dieta mediterránea contra los infartos cerebrales. Por ejemplo, un metaanálisis reciente reveló que quienes siguen este patrón alimenticio tienen al menos un 12% menos de riesgo de sufrir un evento cerebrovascular, aunque algunos estudios sugieren reducciones aún mayores.
El ensayo clínico aleatorizado PREDIMED mostró una reducción del 39% en el riesgo de infarto cerebral en personas que adoptaron una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva extra virgen o frutos secos. De forma similar, el Lyon Diet Heart Study reportó una reducción de más del 70% en eventos cardiovasculares, incluidos infartos cerebrales, en pacientes con antecedentes cardíacos.
¿Cómo protege la dieta mediterránea?
Los beneficios de esta dieta no provienen de un solo alimento, sino de la combinación sinérgica de varios componentes que actúan sobre distintos factores de riesgo:
- Presión arterial: El consumo abundante de frutas, verduras y aceite de oliva ayuda a mantenerla bajo control gracias a su efecto vasodilatador y antiinflamatorio sobre el endotelio arterial.
- Colesterol: Rica en grasas insaturadas, reduce el colesterol LDL (“malo”) y aumenta el HDL (“bueno”), mejorando el perfil lipídico.
- Azúcar en sangre: Mejora la sensibilidad a la insulina y estabiliza los niveles de glucosa, reduciendo el riesgo de diabetes tipo 2, un predictor importante de infartos cerebrales.
- Peso corporal: Promueve la saciedad con alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales, lo que facilita mantener un peso saludable y disminuir la grasa visceral vinculada al riesgo cardiovascular.
Alimentos clave para prevenir infartos cerebrales
Incluir estos alimentos en tu dieta diaria puede marcar una gran diferencia:
- Frutas y verduras: Aportan antioxidantes y fibra que reducen la inflamación y el estrés oxidativo.
- Aceite de oliva virgen extra: Fuente de grasas monoinsaturadas y polifenoles que protegen la función arterial.
- Frutos secos y semillas: Ricos en ácidos grasos saludables, ayudan a controlar el colesterol y la presión arterial.
- Pescados grasos: Contienen omega-3 que reducen la inflamación sistémica.
- Consumo limitado de carnes rojas y ultraprocesados: Evita el exceso de sodio, grasas saturadas y conservadores dañinos.
Recomendaciones oficiales y beneficios para la comunidad latina
La Asociación Americana del Corazón recomienda la dieta mediterránea como una estrategia clave para prevenir infartos cerebrales, tanto en personas con factores de riesgo como en quienes ya han sufrido eventos previos. Un análisis presentado en 2024 confirmó beneficios específicos para la población latina.
Consideraciones y desafíos
Aunque la mayoría de los estudios se han realizado en países mediterráneos, los expertos coinciden en que sus beneficios pueden aplicarse a otras poblaciones si se respetan los principios básicos de la dieta. Sin embargo, mantener este estilo de vida a largo plazo puede ser un desafío, y se necesitan más investigaciones sobre su impacto en diferentes grupos étnicos y en hombres y mujeres.

Conclusión
La dieta mediterránea es una de las estrategias nutricionales más efectivas para reducir el riesgo de infartos cerebrales. Al actuar sobre múltiples factores de riesgo —presión arterial, inflamación, metabolismo y más— ofrece una protección integral. Adoptarla implica no solo cambiar lo que comemos, sino también comprometernos con un estilo de vida más equilibrado: hacer ejercicio regularmente y moderar el consumo total de alimentos.
Para médicos y pacientes, incorporar este estilo de vida debe convertirse en una prioridad en la lucha contra los infartos cerebrales.
Sobre el autor
El Dr. Franklyn Rocha Cabrero es neurólogo certificado por la Academia Americana de Neurología y Psiquiatría (ABPN) en Neurología de Adultos y Neurofisiología Clínica. Fundador y CEO de IRD Neuroanalysis Inc., impulsa soluciones innovadoras centradas en el paciente para mejorar la atención neurológica. Se graduó como médico en la Universidad de Illinois, realizó su residencia en Neurología en la Universidad de Miami y obtuvo subespecialización en Neurofisiología Clínica en la Universidad de California, Irvine. Miembro activo de la National Hispanic Medical Association (NHMA), trabaja por la equidad en el a la salud, especialmente en comunidades desatendidas.
Acerca de la NHMA
La National Hispanic Medical Association (NHMA) es una organización dedicada a promover la salud y el bienestar de la comunidad hispana en Estados Unidos a través de educación, investigación y defensa de políticas de salud equitativas.
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