El hombre de 96 años que aún juega fútbol: “Como si estuviera empezando”
Marcos Gaitán nació en El Salvador, juega cada semana en el Club Conejo cerca de Los Ángeles y dice que su secreto es que nunca probó el alcohol
Marcos Gaitán, originario de El Salvador, ha jugado los pasados 10 años en una cancha de Thousand Oaks, California. Recientemente celebró su cumpleaños 96. Crédito: Ricardo López J. | Impremedia
THOUSAND OAKS, California – El partido semanal de fútbol apenas había concluido para los integrantes del equipo Conejo 60 Choppers, un club local de mayores de edad, cuando de pronto uno de ellos empezó a bailar, literalmente, con un balón al ritmo de la cumbia que sonaba.
Ese hombre se llama Marcos Gaitán, es originario de El Salvador y tiene una sencilla pero irable distinción: sigue jugando fútbol. Don Marcos tiene 96 años.
“Es una emoción increíble”, dice Marcos Gaitán acerca de lo que significa para él salir cada semana a la cancha del parque North Ranch Playfield, en Thousand Oaks. “Me siento como si estuviera empezando, aunque no lo hago como antes, pero lo siento igual, como si estuviera existiendo antes”.
Por obvias razones, el Sr. Gaitán participa relativamente poco en los partidos. No corre mucho por la pelota y sus compañeros del club lo dejan jugar con total libertad. Pero él es futbolista y se ve como tal, ocupando en esta ocasión la banda izquierda del campo.
“Me siento perfectamente bien. Hay cosas que no las puedo elaborar tal vez por mi cuerpo, por mis rodillas, que me fallan un poco, me duelen un poco, entonces yo tengo que calmarme”, ite Gaitán, con su imborrable sonrisa.
Para sus compañeros del club, la mera presencia de Gaitán en la cancha es más que suficiente; es inspiradora.
“Tenemos un fantástico, un especial, un intocable, Marcos Gaitán”, comenta Carlos Sol, un experto de comercio exterior que es miembro de la junta directiva del club. “Increíblemente, en lugar de andar recordando las cosas de su vida, está cada día acá haciendo nuevas vivencias de fútbol, compartiendo con nosotros este increíble deporte”.

Un club que es como “una familia completa”
El club fue creado en 1976 bajo el nombre Conejo Soccer Club 76. En el 2000 adoptó su actual nombre (Conejo se refiere al Conejo Valley donde se localiza Thousand Oaks) y está integrado por cerca de 80 personas, 40 de las cuales participan cada semana en los partidos. El promedio de edad de quienes juegan de manera regular es 70 años.
“Es un lugar para compartir, tenemos tantas diferentes nacionalidades… un grupo muy diverso y eso hace que cada uno comparta sus experiencias y nos llena un poco el corazón”, agrega Sol, nacido en Argentina.
Jorge Escamilla es otro jugador del club Conejo que impresiona. Tiene 83 años, ha jugado como amateur por cerca de 35 y aún se le muy activo en la cancha.
“A veces los doctores dicen: ‘Tú te estás parando como uno de 70’. Nos llevamos muy bien, estamos muy unidos. Si algo le pasa a alguien, estamos pendientes para ayudar. Una familia completa”, dice Escamilla, nacido en El Salvador.
Sol aclara que aunque siempre hay riesgo de alguna lesión, se cuidan entre ellos: “A veces uno se golpea, uno se lastima… Sabemos que nuestra edad ya no es la de 20. Tratamos de tener cuidado“.
Para Marcos Gaitán, el carismático hombre de 96 años, el amor por el fútbol y la alegría por jugar con sus amigos cada semana son razones suficientes para compensar el posible riesgo de lesión.
“Es lo máximo con mis compañeros de fútbol y amigos que son, es lo máximo”, comparte Gaitán. “Diez años de estar viniendo a esta cancha. Casi todos somos los mismos”.

Marcos Gaitán jugó una vez contra ‘Magico’ González
Marcos Gaitán nació San Marcos Lempa, que explica, no era ni siquiera un pueblo, sino una estación del ferrocarril al lado del río Lempa, en El Salvador. Él dice que empezó a jugar fútbol a los 17 o 18 años y que alcanzó a ser semiprofesional en el equipo Constancia. Jugaba como volante y al mismo tiempo trabajaba como conductor de autobuses.
Uno de sus mejores momentos en el fútbol, dice, fue cuando fue a jugar cerca del lago Coatepeque y anotó dos goles para ganar un torneo relámpago con el equipo Constancia, y menciona un viaje para jugar partidos en Corea. También recuerda la vez que le tocó compartir cancha con Jorge Alberto “Mágico” González, el más grande futbolista de su país y que ha sido su jugador favorito.
“Yo trabajaba para la ruta 29 y allí armamos un equipazo, y entonces lo invitamos a un partido”, dice Gaitán sobre el juego realizado en Ilopango, El Salvador. “Yo jugué contra el ‘Mágico’ González… le deseo lo máximo, que siga feliz”.
Gaitán, quien tiene cuatro hijos y tres nietos, eventualmente emigró a los Estados Unidos y tras asentarse en California con familiares, trabajó de nuevo como conductor de transporte, manejando a través del estado, incluyendo rutas a Tijuana. Volante en el fútbol y volante en el trabajo.
Pero, ¿cuál es el secreto de Marcos Gaitán para gozar de tan notable longevidad?
“La realidad, yo nunca he tomado alcohol, porque cuando empecé y vi que no iba en mi camino bien, olvidé eso. Hasta este momento yo no le pruebo un trago de ninguna clase de bebida alcohólicas”, responde Gaitán.

Le gusta bailar y “uno siempre lo ve contento”
Pero hay algo más. Marcos Gaitán siempre está activo, como confirma su primo Rosendo Gaitán, que también juega en el club y que recuerda cuando Don Marcos estuvo colaborando con El Cucuy en proyectos de buena causa en la radio angelina: “Es el espíritu de él. Siempre ha estado activo. En la casa hace cualquier cosa para estar activo”.
Y entre esas actividades que le mantienen bien, hay una que destaca: el baile. Dice que dos veces ganó un concurso de baile de resistencia en su país natal. “Me encanta la música, las cumbias más que todo”, apunta.
“Es una persona muy agradable, uno siempre lo ve contento, lo ve sonriendo, le gusta bailar, aún baila y tiene historias”, resume Carlos Sol con el aprecio reflejado en el rostro igual que todos los del equipo que consideran a Marcos un ejemplo.
“Es un gran compañero, un gran amigo”, agrega Escamilla. “Lo consideramos como nuestro hermano mayor. Es un hombre que lo iramos porque sabe conducirse con todos bien”.
El día de su cumpleaños 96, Marcos Gaitán recibió el cariño de sus compañeros del club Conejo, tambíen le dieron regalos y partió un pastel que, obviamente, tenía forma de cancha de fútbol.
“Magnífico, una cosa bella”, dice sobre ese día el hombre que algunos consideran el futbolista de mayor edad en el mundo. “Estoy encantado, tengo muchas cosas que me han regalado y las voy a apreciar mientras yo tenga vida”.
Finalmente, Don Marcos le envía un consejo a los jóvenes futbolistas.
“Que eviten el vicio de tomar alcohol y que se dediquen al fútbol”, dice. “Es lo más bello, lo que más aprecio en mi vida. El fútbol”.
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