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Apple está perdiendo cientos de millones y la culpable es la guerra de aranceles

Apple ha sido desplazada del primer lugar entre las compañías con mayores ventas de teléfonos en el mercado chino y la guerra de aranceles no está ayudando

Apple ha visto como su cuota de mercado se reduce de forma considerable en el mercado chino

Apple ha visto como su cuota de mercado se reduce de forma considerable en el mercado chino Crédito: Shutterstock

La guerra comercial desatada por Donald Trump contra China ha desencadenado consecuencias muy serias para Apple. El gigante tecnológico, que durante años dominó el mercado chino con sus iPhones, ahora enfrenta una situación complicada: los consumidores chinos están optando cada vez más por marcas locales, y eso ha puesto en jaque sus ventas.

Un cambio de paradigma en el mercado chino

Desde hace más de una década, Apple ha considerado a China como uno de sus mercados más estratégicos. No solo por la enorme base de s potenciales, sino también por su poder adquisitivo creciente y por la alta demanda de dispositivos . De hecho, hasta hace muy poco, Apple lideraba en cuota de mercado en el país asiático, por delante de competidores como Samsung o Xiaomi.

Sin embargo, todo eso comenzó a cambiar con el inicio de la guerra arancelaria impulsada por la istración de Donald Trump. Las tensiones comerciales, que incluyeron sanciones, restricciones tecnológicas y aumentos de tarifas, alimentaron una respuesta nacionalista en China que hoy está pasando factura a la compañía de Cupertino.

Según cifras recientes, las ventas de dispositivos de marcas extranjeras en China cayeron casi un 50% solo en marzo. Y Apple fue, sin duda, la más afectada por esta caída. Los consumidores chinos, que antes hacían largas filas para comprar el último iPhone, ahora muestran una clara preferencia por dispositivos fabricados en su propio país.

El auge del nacionalismo tecnológico

Pero el problema de Apple no es únicamente económico: también es cultural. La guerra de aranceles ha impulsado un fuerte sentimiento nacionalista entre los consumidores chinos. Comprar productos locales ya no solo es una cuestión de precio o calidad, sino de identidad y orgullo nacional.

Huawei, Xiaomi, Vivo y Oppo han ganado terreno rápidamente, no solo por ofrecer precios más competitivos, sino también por incluir funciones que apelan directamente a las necesidades del consumidor chino, como una mejor integración con las plataformas locales y características avanzadas de inteligencia artificial.

Además, estas marcas cuentan con el respaldo explícito del gobierno chino, lo que se traduce en campañas de comunicación masivas, incentivos de compra y una narrativa constante de apoyo a la industria nacional. Apple, por el contrario, es vista como un símbolo de la hegemonía tecnológica estadounidense, y eso en el contexto actual no le favorece en absoluto.

En este entorno, Apple ha pasado del primer al quinto lugar en el ranking de cuota de mercado en China, una caída tan drástica como significativa. Sus dispositivos ya no son los más deseados, y eso pone en riesgo no solo sus ingresos en ese país, sino también su prestigio global.

Apple intenta recuperar terreno

Consciente del problema, Apple ha comenzado a mover ficha. La compañía ha lanzado promociones agresivas en plataformas como JD.com y Tmall, con descuentos de hasta 2.530 yuanes (unos 351 dólares) en modelos recientes como el iPhone 16.

Sin embargo, muchos analistas consideran que esta estrategia de bajar precios podría no ser suficiente. Apple enfrenta un doble desafío: recuperar el interés del consumidor chino y diferenciarse tecnológicamente de sus rivales locales.

Una de las principales críticas hacia la marca de la manzana es la falta de innovación en aspectos que hoy marcan tendencia, como la inteligencia artificial generativa. Mientras marcas como Huawei han lanzado teléfonos con funciones IA exclusivas y optimizadas para el mercado chino, Apple ha mantenido una línea más conservadora en este aspecto.

Además, existe la percepción de que Apple no ha adaptado su ecosistema lo suficiente a las particularidades culturales y tecnológicas del entorno chino, lo que agrava aún más su desconexión con los s del país.

Un futuro incierto para Apple en China

El panorama que enfrenta Apple es todo menos alentador. China no es solo un mercado más: representa una de las principales fuentes de ingresos de la compañía y un centro clave de su cadena de suministro. Perder relevancia allí no es un problema menor.

La guerra de aranceles ha sido un catalizador de una transformación profunda en las preferencias de consumo del mercado chino, y Apple, por ahora, no ha sabido responder con la agilidad necesaria. Si no ajusta rápidamente su estrategia, corre el riesgo de quedar cada vez más desplazada por marcas locales que han aprendido a jugar con ventaja en casa.

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