Papa Francisco, el hijo de inmigrantes italianos que alcanzó el máximo poder en el Vaticano
Francisco fue el Papa 266 y el primer latinoamericano en asumir como líder la iglesia Católica por más de una década, donde reescribió la historia
El papa Francisco tenía 88 años. Crédito: Gregorio Borgia | AP
El Papa Francisco murió este lunes. Fue el primogénito del matrimonio de los italianos Mario José Francisco Bergoglio y de Regina María Sívori, pero tras ser arzobispo de Buenos Aires, Argentina, Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en el primer Papa americano.
Electo el 13 de marzo de 2013, a los 76 años, el Sumo Pontífice deja una profunda marca en la Iglesia Católica y en el mundo, como muchos analistas lo describen, con un enfoque comprometido con la humildad, su adhesión a la opción preferencial por los pobres y el diálogo con personas de diferentes orígenes y credos.

El Papa de origen inmigrante y su legado
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936, hijo de inmigrantes italianos: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.
Pese a su vida dedicada a la iglesia, pocos saben que el Papa Francisco obtuvo un diploma como técnico químico, pero decidió optar por el camino religioso.
A los 17 años decidió seguir la vocación sacerdotal. A los 22 ingresó en el seminario diocesano de Villa Devoto, que era dirigido en ese tiempo por los sacerdotes jesuitas. Luego de un tiempo decidió unirse a la Compañía de Jesús; fue enviado a Chile en 1960 para realizar el noviciado. Al año siguiente volvió para continuar sus estudios en Humanidades. Estudió Filosofía y obtuvo la licenciatura en Teología en el Colegio Máximo de San Miguel. Además aprendió francés, italiano, alemán, inglés, latín y griego.
La formación que recibió en la Compañía de Jesús lo ayudó a desarrollar un marcado sentido del orden, la austeridad, la humildad y el compromiso con la comunidad y los pobres. Fue ordenado sacerdote a los 32 años, el 13 de diciembre de 1969.
Sin embargo, su carrera eclesiástica no se detuvo, prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 España, años después, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio.
El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años. Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel. En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.
Dada su preparación y capacidad, el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo titular de Auca y Auxiliar de Buenos Aires el 20 de mayo de 1992 y meses después, Arzobispo Coadjutor.
El 28 de febrero de 1998 tras la muerte del cardenal Quarracino, asumió la conducción pastoral del Arzobispado. El 21 de febrero del 2001, se convirtió en Cardenal.
Bergoglio tuvo una gran presencia en la Conferencia Episcopal Argentina, institución que presidió durante dos períodos consecutivos, de 2005 a 2011. Durante la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en 2003 fue designado Presidente de la Comisión Redactora del Documento Final realizado en la ciudad de Aparecida, Brasil. En esta función se destacó su capacidad de transmitir el pensamiento de la Iglesia Latinoamericana de manera clara y directa.
El punto más álgido en su brillante carrera religiosa llegó tras la renuncia de Benedicto XVI, y durante el cónclave, el 13 de marzo de 2013 Jorge Bergoglio fue elegido Papa.
Ese día, una densa fumata blanca anunció desde la plaza de San Pedro del Vaticano, con la frase “¡Habemus Papam!” que se tenía la elección de un nuevo Papa de la Iglesia católica.
Y ante la pregunta del cardenal Giovanni Battista Re “¿Quo nomine vis vocari?” (“¿Con qué nombre quieres ser llamado?”), Jorge Mario Bergoglio respondió “vocabor Franciscus” (“Me llamaré Francisco”).
El primer pontífice de América Latina
Para muchos, el Papa Francisco se ubica entre los pontífices más liberales, globales y políticamente relevantes de la historia moderna, sin embargo, los feligreses conservadores son los más críticos a su forma de dirigir la institución con sede en el Vaticano.
Durante su papado, Francisco criticó la codicia capitalista y el cambio climático. En una indirecta al presidente de EE.UU., Donald Trump, durante su primer mandato, dijo que los que construyen muros para impedir la entrada de inmigrantes “no son cristianos”, e incluso llevó a refugiados musulmanes sirios a un lugar seguro en su avión papal.
Según grupos a favor, Francisco se destacó al marcar un tono más conciliador y hospitalario para los católicos LGTBQ, que se sentían marginados por la Iglesia desde hacía mucho.
Incluso, Francisco pasó a la historia al convertirse en el primer Papa que se reunió con el líder de la Iglesia ortodoxa rusa, en 2016, años antes de la invasión rusa a Ucrania, la cual también criticó.
Tiempo después, en 2019, Francisco firmó el documento prometiendo “Fraternidad humana”, que promovía la cooperación entre cristianos y musulmanes, un hecho inédito hasta ese momento.
Entre sus momentos más emblemáticos, el 27 de marzo de 2020, el Papa Francisco protagonizó en una desierta Plaza de San un rezo para pedir el fin de la pandemia del coronavirus, el día que Italia registra el mayor aumento de muertes del COVID-19.
Un año más tarde, estuvo de visita apostólica en Irak, siendo el primer pontífice en viajar a este país, donde los cristianos sufrieron años de violencia y persecución.
12 meses después, el líder católico ofreció una disculpa a los pueblos indígenas por los “pecados, ofensas y crímenes” de la conquista colonial europea en América. Un suceso jamás visto.

Además, en otro hecho inédito, el 5 de enero de 2023, Francisco despidió al Papa emérito Benedicto XVI al presidir su funeral en la Plaza de San Pedro del Vaticano, un capítulo único en los 2,000 años de historia de la Iglesia católica, donde un Papa en funciones da el último adiós a un Papa emérito.
Finalmente, antes de dejar la Casa Blanca, Joe Biden entregó a Francisco la Medalla Presidencial de la Libertad con Distinción, el mayor honor civil de Estados Unidos.
“El Papa Francisco no se parece a ningún otro que haya venido antes. Es el Papa del pueblo: una luz de fe, esperanza y amor que brilla intensamente en todo el mundo”, señalaron en ese momento, como preámbulo a su legado.
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