El tipo de VPN que deberías usar, según expertos: ¿Gratis o paga?
Aunque una VPN gratuita puede salir "cara", por su menor seguridad, velocidad y venta de datos, también depende de tus necesidades al momento de activarla
Una VPN debería mejorar tu seguridad online, pero las opciones gratuitas muchas veces hacen lo contrario. Crédito: RSplaneta | Shutterstock
Navegar seguro en internet se ha vuelto tan necesario como tener una buena cerradura en la puerta de casa. Y una de las herramientas más recomendadas para lograrlo es una VPN. Pero ante la cantidad de opciones gratuitas que existen, muchos se preguntan si realmente vale la pena pagar por una.
Según los expertos, la respuesta depende esencialmente de tus necesidades… pero también de cuánto valoras tu privacidad.
VPN gratis o paga: ¿Cuál debo usar?
Una red privada virtual funciona gracias a una compleja infraestructura con miles de servidores repartidos en todo el mundo. Esta red necesita mantenimiento constante, personal técnico especializado y sistemas de seguridad actualizados.
Todo eso tiene un costo, por lo que si encuentras una VPN gratis que promete lo mismo que una de pago… ¿de dónde saca los recursos para sostenerse?
En este sentido, lo más recomendable (siempre) es una VPN paga, sobre todo si debes activarla constantemente. Y para que lo tengas más claro, te contamos qué puede salir mal cuando usas una VPN gratuita:
- Seguridad cuestionable
Una VPN debería mejorar tu seguridad online, pero las opciones gratuitas muchas veces hacen lo contrario. Su nivel de cifrado suele ser bajo y vulnerable a ciberataques. Si estás buscando proteger tus datos personales, esta opción no es la más confiable.
- Velocidad y funciones limitadas
La diferencia en el rendimiento es notoria. Las VPN gratis ofrecen velocidades reducidas y no permiten funciones clave como cambiar de país para ver contenido restringido o jugar online sin interrupciones. Es como intentar correr una maratón con los cordones desatados.
- Tu privacidad puede estar en venta
Una de las funciones estrella de una VPN es ocultar tu dirección IP, pero muchas VPN gratuitas hacen negocio justamente con eso: rastrean tu actividad y venden la información a terceros. El anonimato desaparece, y tu privacidad también.
Por su parte, una VPN de pago se financia con las suscripciones de sus s. Ese dinero se reinvierte en ofrecer una mejor experiencia: más velocidad, cifrado avanzado, soporte técnico, apps móviles, desbloqueo de plataformas de streaming y, lo más importante, protección real.
También toma en cuenta que la reputación de una VPN paga está en juego. Por tal motivo, suelen cumplir lo que prometen: no guardar registros, respetar tu privacidad y mantener la seguridad al más alto nivel.
En conclusión, si solo quieres conectarte desde una red pública por unos minutos, puedes usar una VPN gratuita con precaución y sin compartir información sensible.
Pero si vas a realizar transacciones, trabajar con datos privados o navegar con frecuencia desde el exterior, una versión paga es la mejor opción.
