“Not Like Us” de Kendrick Lamar se dispara un 430% en reproducciones tras el Super Bowl
Todas las canciones de la presentación de Kendrick Lamar incrementaron sus reproducciones, destacando su impacto inmediato en plataformas de streaming
Kendrick Lamar se presenta durante el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 59 de la NFL Crédito: Matt Slocum | AP
El impacto de Super Bowl.
Su éxito “Not Like Us” experimentó un impresionante incremento del 430% en reproducciones en Spotify luego de su actuación en el evento, consolidándose como el tema más reproducido de la noche.
El rapero californiano utilizó el escenario más grande del entretenimiento para rendir homenaje a su ciudad natal, Compton, con un espectáculo lleno de energía y colaboraciones estelares. Lamar no solo interpretó “Not Like Us”—una canción que ha sido ampliamente comentada por su contenido dirigido a Drake—sino que también sorprendió a los espectadores con la presencia de SZA, Samuel L. Jackson, Serena Williams y Mustard, entre otros invitados.
Además del asombroso ascenso de “Not Like Us”, otras canciones de su setlist también vieron un aumento considerable en sus reproducciones. “HUMBLE.” registró un crecimiento del 300%, mientras que “All The Stars”, en colaboración con SZA, subió un 290%. Otros temas como “DNA.”, “euphoria” y “man at the garden” también experimentaron incrementos de más del 250%. En total, el catálogo de canciones que Lamar interpretó durante el espectáculo vio un alza del 175% en Spotify.
Este fenómeno no es inusual cuando un artista de la talla de Lamar se presenta en el Super Bowl, ya que el evento históricamente ha servido como una plataforma que impulsa el consumo de música de los artistas participantes. La actuación de Rihanna en 2023, por ejemplo, generó un aumento del 640% en sus reproducciones.

Su popularidad en redes también incrementó
Más allá del impacto en plataformas de streaming, el Super Bowl también reforzó la presencia digital de Lamar, quien sumó un millón de seguidores en Instagram tras su espectáculo, aumentando su audiencia a más de 18 millones.
Adicionalmente, el rapero y SZA anunciaron nuevas fechas para la gira “Grand National Tour”, que incluirá presentaciones en ciudades como Londres, París, Lisboa y Barcelona, con inicio en Estados Unidos el 19 de abril y cierre en Washington, D.C. el 18 de junio.
El fenómeno de “Not Like Us” demuestra el poder de Lamar para conectar con el público y reafirma su posición como uno de los artistas más influyentes de la actualidad.
Entendiendo la simbología del show
Lamar no solo subió al escenario del Super Bowl 59 para ofrecer un espectáculo visualmente impactante y musicalmente impecable.
Su presentación fue una obra de arte cargada de simbolismo, referencias culturales y declaraciones políticas que hicieron eco en la audiencia. Con una narrativa cuidadosamente construida, el rapero convirtió el evento deportivo más visto del año en un espacio para reflexionar sobre la identidad, la sociedad y su propia trayectoria en la industria musical.

El Buick GNX en el escenario simboliza tanto la cultura automovilística de Compton como el viaje personal de Kendrick Lamar a través del “sueño americano”. Además, representa la lucha de la comunidad afroamericana por el progreso, con el auto sirviendo como un emblema de resistencia y ambición.
El álbum más reciente de Lamar, GNX, toma su nombre del icónico automóvil lanzado el mismo año de su nacimiento. Este vehículo tiene un significado especial para él, ya que su padre lo llevó a casa desde el hospital en un Buick Regal, el modelo base del GNX.

Un escenario con múltiples significados
Desde el primer momento, la puesta en escena dejó claro que Lamar tenía un mensaje que transmitir.
La cancha del estadio se iluminó con figuras geométricas que, para muchos, evocaban los botones de un control de PlayStation. Esta referencia a los videojuegos no fue un simple adorno visual; al contrario, parece representar la manera en que la sociedad navega dentro de un sistema donde cada decisión está predefinida, un paralelismo con la lucha de Lamar por desafiar las estructuras impuestas en la música y la cultura.
Otro detalle que no pasó desapercibido fue la aparición de Samuel L. Jackson, caracterizado como una versión moderna del icónico ‘Tío Sam’. Su presencia en el escenario funcionó como una representación de la autoridad en Estados Unidos, interviniendo en momentos clave para reforzar la narrativa de que el sistema intenta controlar y silenciar voces disruptivas como la de Lamar.
Colores y movimientos con intención
El vestuario y la coreografía también formaron parte esencial del mensaje.
Lamar vistió una chaqueta con la palabra “Gloria” en la espalda, una posible alusión a la lucha y el sacrificio que han acompañado su carrera.
Mientras tanto, los bailarines, vestidos con los colores de la bandera estadounidense, se movían en patrones que sugerían unidad y, al mismo tiempo, división, reflejando el estado actual del país.

La inclusión de Serena Williams en el espectáculo fue otro momento cargado de significado.
La tenista, una figura emblemática del éxito afroamericano, ejecutó el famoso ‘Crip Walk’, un baile con raíces en la cultura de Los Ángeles y que históricamente ha sido asociado con la resistencia y la identidad de la comunidad negra.
Este gesto, aparentemente sutil, llevó consigo un peso histórico y social innegable, en especial porque la deportista fue criticada en Wimbledon 2012 por celebrar su victoria realizando dicho baile. También cabe mencionar que Serena Williams tuvo una relación sentimental con Drake, con quien Lamar sostiene una rivalidad y a quien referenció varias veces durante la presentación.

Mensajes ocultos y referencias personales
Las pantallas del estadio proyectaron frases como “WARNING WRONG WAY” (advertencia, camino equivocado), lo que muchos interpretaron como una crítica a la dirección política y social que ha tomado el país en los últimos años.
Pero Lamar no solo habló de cuestiones globales; también utilizó el show para cerrar un capítulo de su propia historia. Su interpretación de “Not Like Us”, canción que encendió su reciente disputa con Drake, marcó un punto de inflexión en el conflicto, consolidándolo como una de las voces más influyentes del rap actual.
Incluso los rios que usó el rapero parecían tener un propósito específico. Un collar con la letra “a” generó especulación entre los seguidores, quienes debatieron si era un guiño a su compañía pgLang o una referencia a una línea de su polémico tema.
Este tipo de detalles hicieron que el espectáculo de Lamar no solo fuera un evento musical, sino una experiencia que invitaba a la interpretación y el análisis.

Un espectáculo que trasciende
Más allá de la música y la puesta en escena, lo que Lamar logró en el Super Bowl 59 fue convertir su presentación en una declaración artística de alto impacto.
Con simbolismos que abarcan desde la cultura pop hasta la política, el artista demostró una vez más por qué es considerado uno de los narradores más poderosos de su generación. Su espectáculo no solo será recordado por su impecable ejecución, sino por el mensaje que dejó en cada imagen, cada movimiento y cada palabra.
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