Inmigrante mexicano descubre la verdad sobre las vacunas
Bernardino Gabriel Martínez advierte a otros que no crean en mitos y rumores falsos sobre el COVID-19
Las personas no vacunadas son las más afectadas por el coronavirus. Crédito: Getty Images | Getty Images
Bernardino Gabriel Martínez, oriundo de Magdalena Teitipac, Oaxaca, tenía ciertas dudas antes de decidir si vacunarse o no contra el COVID-19.
Pero fue su patrona, Ana Lilia de Granja y su esposo Valentín, propietarios del restaurante “Sabores Oaxaqueños” en Los Ángeles, quienes lo convencieron de la importancia de protegerse contra el virus y proteger a sus semejantes.
De hecho, ella misma lo llevó a una clínica comunitaria para que recibiera la primera dosis de la vacuna Pfizer, en junio de 2021. Posteriormente, él fue por su propia cuenta a recibir la segunda dosis y el refuerzo.

“Más que nada, uno confía en la medicina y en los doctores. Su trabajo es buscar cómo curar las enfermedades de la comunidad”, dice Bernardino, de 42 años. “Pero yo pensaba que era una estrategia del gobierno para reducir la población en México y en el mundo”.
De acuerdo con Worldometer a nivel mundial se han registrado 414 millones de casos y 5.83 millones de personas han fallecido. En Estados Unidos el recuento es de 77.8 millones de contagios y 921,000 muertes.
Su país, México, contabiliza 5.29 millones de casos y 313,000 decesos.
Bernardino recuerda que, en su comunidad, “muchos” se vacunaron “y en dos o tres semanas algunos llegaron a morir”.
“Yo estaba decidido a no vacunarme”, dice este hombre que realiza diversas funciones en el restaurante mexicano.
“A mis familiares les entró el miedo, pero poco a poco, hablando con doctores nos dijeron que no había porqué preocuparse. No obstante, reconozco que me tomó tiempo creer que la vacuna era para resistir la enfermedad”.
Yurina Melara, secretaria de prensa de la campaña de vacunación del Departamento de Salud Pública de California (CDPH) dijo que tienen un grupo especializado para investigar los rumores que hay alrededor de las vacunas.
“Principalmente trabajamos en identificar lo que está en Internet, en las redes sociales o en diferentes sitios web”, indica. “Es así como nos dimos cuenta de las conversaciones que está teniendo la gente, porque todo es público”.
Cuando se identifican plataformas digitales específicas, se les combate con equipos especializados que identificaron la desinformación, pueden quitar o poner un descargo de responsabilidad, en el sentido de que es una opinión personal.
“Pero, para datos reales, se le sugiere a la gente que vaya a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)”, dijo Yurina Melara.
“También tenemos un correo electrónico donde la gente puede reportar los mitos sobre las vacunas y nuestro equipo sale a buscar a las personas para que bajen de la red esa desinformación si es posible”, siguió. “Es complicado, porque hay libertad de expresión y la gente puede presentar esos mitos o falsedades de una forma que podría parecer seudocientífica de algo real”.
MITO
“No quería vacunarme porque pensaba que solamente querían reducir la población en el mundo. También, tenía miedo de morir por las reacciones secundarias de la vacuna”: Bernardino Gabriel Martínez, 42 años.
REALIDAD
“En este momento, en más de año y medio ya hemos vacunado a más de la mitad de la población de todo el planeta. La vacuna ha demostrado su seguridad y eficacia, sin tener muertes masivas. Nadie va a reducir la población humana. Todos queremos estar sanos y tenemos que defendernos del coronavirus, vacunándonos”, explicó Ilan Shapiro, oficial de asuntos médicos de Altamed.
“Si vemos la cantidad de complicaciones y hospitalizaciones por Covid-19, los contagios que se han prolongado son estratosféricos; de ahí la importancia de ponernos la vacuna. Las únicas reacciones conocidas son dolor en el brazo, enrojecimiento del brazo o fiebre”.