Opinión: Hacia un nuevo proceso de integración en el Pacífico Sur
La canciller de Perú, Eda Rivas (derecha), saluda a algunos del Acuerdo Nacional, tras la reunión para discutir sobre el próximo fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Crédito: EFE
Perú presento sus argumentos ante la corte defendiendo la tesis de la línea equidistante al Punto de la Concordia y sosteniendo que los acuerdos del Pacífico Sur de 1952 y 1954 son acuerdos estrictamente de carácter pesquero entre Ecuador, Perú y Chile. Perú sostiene que el Tratado de Paz y de Límites —celebrado en Ancón de 1929—, nunca determinó una frontera marina entre ambos países pero estableció como último límite terrestre el Punto de la Concordia.
Por su parte, Chile defiende la tesis de la línea del paralelo basándose en los acuerdos firmados en la Declaración de Santiago del año 1952 y los acordados el año 1954, argumentando que estos son “tratados de límites marinos” y que definen la línea del paralelo que parte del Hito 1 como sus aguas territoriales sobre las cuales ejerce control de facto con su armada. Cabe indicar que según el Derecho Internacional, la carga de la prueba con respecto a la existencia de un tratado marino de límites recae sobre el equipo de agentes chilenos.
Es así que la corte dictaminará tres puntos: el primero es si el límite territorial termina en el Hito número 1. Segundo, se pronunciará sobre la existencia de un tratado de límites marinos en el que Chile deberá demostrar que los acuerdos de Santiago de 1952 y 1954 son acuerdos bilaterales de límites. Y último, la Corte de La Haya determinará si el triangulo exterior son aguas internacionales—posición chilena— o forma parte de la zona económica exclusiva del Perú.
Para este país, si el fallo de la Corte establece que la posición peruana solamente debe obtener el triángulo externo, se obtendría una victoria parcial. Si se decide otorgar al Perú el triángulo interno (actualmente controlado por la armada de Chile) y las aguas del triángulo externo, se conseguiría un triunfo total.
¿Y qué consecuencias traerían estas decisiones? La Corte de La Haya le daría al Perú la potestad de poder ejercer soberanía sobre una zona marina rica en recursos pesqueros que actualmente es explotada por las flotas pesqueras chilenas y defendida por la armada chilena asentada en Arica y que impiden el ejercicio de la pesca artesanal de los pescadores peruanos requisando sus barcos. En conclusión el cambio del status quo para Chile significaría una derrota y para el Perú una victoria.
La demarcación final de la frontera marina será el punto de partida para una relación integracionista para el futuro; como bien se ha demostrado en el caso del Perú y el Ecuador que han construido una relación solida. Cabe resaltar que de lograrse un proceso de implementación del Fallo de la Haya por etapas entre Perú y Chile se puede vislumbrar una nueva etapa de hermandad en el Pacífico Sur.
Josué Ponce Barreda es politólogo por la Pontificia Universidad Católica del Perú y secretario general de “La Casa de la Constitución” del Perú.